Es una actividad de índole curricular, contemplada en los Programas de Estudios vigentes, realizada de manera individual por las personas estudiantes de último nivel de los Colegios Técnicos Profesionales, de los Colegios Técnicos Profesionales Nocturnos, de las secciones técnicas nocturnas de Colegios Técnicos Profesionales y de los IPEC y CINDEA que imparten especialidades técnicas. Está directamente relacionada con la especialidad técnica cursada. Su objetivo es aplicar y complementar los conocimientos adquiridos por la persona estudiante durante su formación técnica, favoreciendo la adquisición de competencias que los preparen para el ejercicio de actividades profesionales, que les faciliten su empleabilidad y fomenten su capacidad de emprendimiento. Se puede realizar en empresas, instituciones y entidades públicas o privadas, en el ámbito nacional o internacional.
Esta se concibe como un primer acercamiento de la persona estudiante en el mercado laboral. Se trata de una etapa que combina cuestiones típicas de un empleo –la necesidad de alcanzar un cierto grado de productividad, la obligación de acatar las órdenes de un superior, entre otras – con elementos más vinculados a la formación y el aprendizaje.
De esta forma, la empresa proporciona un gran entorno de aprendizaje, en el cual desarrollar competencias complejas con un equipo moderno y competencias básicas mediante la experiencia real del trabajo en equipo, la comunicación, la negociación; facilita la empleabilidad al permitir que los empresarios y potenciales técnicos se conozcan. La práctica profesional es actividad pedagógica común de formación en el lugar de trabajo, la cual puede tener una eficacia sobresaliente en el proceso de aprendizaje de una especialidad técnica.
Para una organización o empresa, ofrecer una práctica profesional constituye la oportunidad de apoyar en la formación de talento humano que requiere el país para ser más competitivo. Es esencial para que las personas estudiantes desarrollen sus habilidades, apliquen sus conocimientos y aprendan más del área en la que se preparó.
Para una organización o empresa, ofrecer una práctica profesional constituye la oportunidad de apoyar en la formación de talento humano que requiere el país para ser más competitivo. Es esencial para que las personas estudiantes desarrollen sus habilidades, apliquen sus conocimientos y aprendan más del área en la que se preparó.
Cabe destacar que quien realiza la práctica profesional en un centro de trabajo, mantiene su condición de estudiante hasta tanto cumpla con todos los requisitos contemplados en la normativa vigente, para ser acreedor al título de Técnico en el Nivel Medio.
La implementación de la práctica profesional se rige según lo establecido en la normativa vigente.